Entradas

6m

Así es, tal como suena, y contra todo pronóstico ya cumplimos 6 meses de relación. Han sido meses de conocimiento del otro como pareja, y también de autoconocimiento. Aprendizaje, introspección, altos y bajos, pero como ya escribiste sobre toda la relación incluidas las cosas malas, mi idea es rememorar aquí solo lo bonito, las experiencias inolvidables para cuando seamos viejitos revisemos esto y digamos, pucha que la pasábamos bien cuando no teníamos Diabeti. Ernesto Sábato en  "El  túnel, uno de mis libros favoritos por cierto, dice: "vivir consiste en crear futuros recuerdos" y vaya que le encuentro razón. Algo que mantiene viva nuestra relación es en mi opinión precisamente eso, que se nos ocurre algo, lo hacemos, generalmente acertando. Y estoy seguro que en 5 o 10 años más cuando lea esto, solo serán para mi, recuerdos muy bonitos. Octubre Partimos en un viaje inolvidable, teníamos  ya algo muy bonito entre nosotros, pero entre karaokes cantándote Bad Bunny, parti...

Locura

    Fernanda Cecilia, primero que todo buenas tardes, mi nombre es Tomás, también conocido como tu pololo, tu pierna peluda, peor es nada o como quieras llamarme. Me dirijo hacia ti con el más profundo de los respetos. En esta oportunidad  voy a tocar varios puntos respecto a los conflictos que hemos tenido esta semana, que si bien, han sido varios y de gran envergadura, creo que absolutamente son todos solucionables, y que requieren de que los dos pongamos nuestro granito de arena  (aunque quizás yo necesite una retroexcavadora) para que nuestra relación que pintaba para perfecta, efectivamente sea perfecta.      Tengo 29 años, claramente no soy un niño y tengo muy claro que es lo que está bien y qué es lo que está mal. Sin embargo tengo la sensación de que a pesar que tienes 4 años menos que yo, tienes la película mucho más clara en varios aspectos en lo que a relaciones interpersonales respecta. No creo que sea un tema de tiempo, o de que yo no...

Pecosa

Te doy la bienvenida a este lugar, un sitio en el que sabrás mucho de mí, quizás incluso más de lo que yo te pueda contar. Un lugar muy personal en el que muy pocas personas saben que existe, y tú con el poquito tiempo que llevas en mi vida ya te ganaste un lugar acá.  No soy bueno haciendo manualidades, de hecho fue históricamente mi peor promedio en el colegio y si bien tampoco lo soy escribiendo, se me da un poquito más que las artes plásticas.  Y no sé por donde empezar, pero creo que es obligatorio aclararte que me encantas, en serio, cada parte de ti y en todos los aspectos. Me encantan tus ojitos redonditos, tus pecas y tu sonrisa. Me hice adicto a tu voz, tu figura menudita pero curvilínea, tu piel suavecita y tu olor natural antes y después de hacer el amor. Tus besos me fascinan, al igual que tus caricias y la forma en la que me buscas para que te abraces mientras dormimos. Me enamora tu forma de ver la vida, tu sencillez, el hecho de que prefieras un chirimoya alegr...

Pandemindependencia

Que increíble como de un momento a otro ya no nos pudimos ver más las caras, y tuvimos que empezar a imaginar nuestros rostros bajo las mascarillas. Parece difícil creer que algo tan pequeño nos hizo distanciarnos tanto, evitar los abrazos, los besos, las caricias. De un momento a otro ya no existieron más los apretones de mano, y nos tuvimos que conformar con una mímica o un roce de codo.  En lo personal, me hizo tomar decisiones importantísimas, tuve que partir de mi hogar, cuidar a los viejos, tratar de evitar no hacerlos pasar, por algo que no sabía si podrían pasar. Y no voy a mentir, a veces extraño la casa, tener a los amigos cerca, el desayuno servido o la ropa planchada, los retos de mi mamá y las preguntas sin sentido de mi papá. Pero además de tener la tranquilidad que los estoy cuidando, miro por la ventana y pienso, que estoy viviendo, en cierto punto, todo lo que siempre soñé,  Nunca fui fanático de dar explicaciones.  Soy dentro de todo introvertido y bueno...

Siete años

Se acabó, finalmente se acabó. Fueron 7 años de alegría, pena, frustración, sueño, mucho sueño, sonrisas, rabia, satisfacción, y mucho mucho aprendizaje. Alguna vez escribí acá, luego de haber terminado mi primer semestre, que tenía la convicción de que lo conseguiría. Algo me decía que no era algo imposible para mí, pero jamás pensé que lo lograría con la nota que lo hice, sin repetir ninguna asignatura, y sin (tantos) contratiempos. Y para qué voy a mentir, imposible olvidar las noches en vela ojeando el Netter, los sábados temprano corriendo a las ayudantías de fisiología, las tardes eternas pintando el laminario de  neuroanatomía, las madrugadas cabeceándome con fisiopato, las infinitas horas haciendo las historias clínica para semiología, fines de semana completos dedicados a medicina interna, cirugía, pediatría y obstetricia, y los terribles viajes de casi 2 horas a la universidad además de las eternas vueltas por Santiago tratando de llegar a la hora a las rotaciones. ...

Vacío

Siento una ansiedad que no tenía antes. Siento que algo me falta, que la ausencia de algo me angustia. Trato de mantenerme todo el día ocupado; voy al hospital, gimnasio, trabajo, bicicleta, fútbol, amistades, y si bien son pequeñas chispas de felicidad, llego a casa y me doy cuenta que no tengo nada, ni a nadie. Mi corazón se apaga y eso me angustia. Tengo la sensación de que estuviera metido dentro de un congelador, y a pesar de que quiero salir, el mismo frío me congela y me impide buscar ayuda para salir, y cada vez que se acerca alguien a intentar sacarme, me escondo, porque me da miedo que afuera exista algo peor.  Debería estar feliz, estoy sano, mi familia también lo está, estoy a días de terminar mi carrera, tengo muchos pasatiempos, amistades, dinero, pero la llamita que está dentro de mi se apaga poco a poco. Me doy cuenta que incoscientemente, poco a poco voy distanciando vínculos, y poco a poco voy desapareciendo de todo y de todos. Quiero que se acabe pronto todo e...

Alicia

Alicia era una mujer de esfuerzo, de aquellas que dedican toda su vida al campo. A penas sabía leer, pero calculaba las hectáreas de frutos por cosechar en segundos. Sufría de Diabetes, enfermedad que se le diagnosticó hace más de veinte años, que lamentablemente, por diversas causas, nunca controló de manera adecuada. Tenía 4 hijos que eran para ella su vida misma. Sonia, la mayor fue la que decidió quedar a su cuidado desde que la Diabetes le arrebató sus dos piernas y sus retinas, quedando en estado de completa invalidez. ¡Que la insulina, que la baja de azúcar, que la infección urinaria que se la sube, que la hacen pasar rabias estas cabras de porquería!  Años de mal control, sumado a un único descuido hicieron que Sonia, encontrara a Alicia en su casa tumbada en el piso, con los ojos semiabiertos evidenciando una mirada completamente perdida, una respiración agónica, y completamente inmóvil. Como pudo, la subió a su auto y la llevó al SAPU de Isla de Maipo. Gritos, lla...