Locura

    Fernanda Cecilia, primero que todo buenas tardes, mi nombre es Tomás, también conocido como tu pololo, tu pierna peluda, peor es nada o como quieras llamarme. Me dirijo hacia ti con el más profundo de los respetos. En esta oportunidad  voy a tocar varios puntos respecto a los conflictos que hemos tenido esta semana, que si bien, han sido varios y de gran envergadura, creo que absolutamente son todos solucionables, y que requieren de que los dos pongamos nuestro granito de arena (aunque quizás yo necesite una retroexcavadora) para que nuestra relación que pintaba para perfecta, efectivamente sea perfecta.

    Tengo 29 años, claramente no soy un niño y tengo muy claro que es lo que está bien y qué es lo que está mal. Sin embargo tengo la sensación de que a pesar que tienes 4 años menos que yo, tienes la película mucho más clara en varios aspectos en lo que a relaciones interpersonales respecta. No creo que sea un tema de tiempo, o de que yo no tenga conciencia de que está bien y que no; a mi parecer es un tema circunstancial. En ocasiones se me cruzan los cables y no tengo claro si es porque tengo un trastorno ansioso-depresivo no diagnosticado, por estar pasando por un momento crucial en mi vida profesional,  o simplemente porque lo que siento por ti es tan intenso que me nubla un poco la vista y me hace temer perderte a cada segundo (ya que nunca antes me sentí así).

    La mayor parte del tiempo no es notorio, pero como mencioné anteriormente, tenemos cuatro años de diferencia, y si bien somos similares en algunos aspectos de nuestras personalidades, no somos iguales. Y esto hace que a veces no nos gusten las mismas películas, canciones, o que no nos den risa los mismos chistes. Y me gustaría reír con todas tus bromas, o tus intentos de asustarme mal ejecutados, o que me den ganas de jugar Pictionary contigo y tus primos de 20 años, pero lamentablemente no soy esa persona asi que no puedo prometer carcajadas o interés por actividades que no son de mi interés. Me conociste así, pero no me mal entiendas; obvio que trabajaré en hacer que no te sientas mal cada vez que intentes hacerme feliz con algo que no me hace feliz, porque claro, es inevitable que volverá a pasar y lo que menos quiero es amargarte los días. Si estamos juntos es para ser felices, para querernos, abrazarnos, apoyarnos y por que no, reír (así que búscate un mejor escondite).

     Anoche ocurrieron muchas cosas inesperadas, estaba en un punto en el que tenía que completar un documento de forma urgente, y estando muy agobiado en eso y ya habiéndotelo comentado, me sentí un poco tonto por haberlo dejado de lado para vestirme para ir a buscarte y esperar por 10 minutos que me respondieras, y darme cuenta que era todo una juego tuyo con tus amigas. Sabes que eres lo más importante para mi y donde tú me necesites estaré pero ayer no entendía bien que sucedía y cuando lo capté, sentí solo que te estabas riendo de mi y eso me hizo sentir mal. Pero bueno, si algún día esto es real y necesitas que te vaya a buscar lo haré, estaré ahí porque no me cuesta nada, lo iba a hacer anoche inclusive aunque estaba ocupado, y si no puedo haría lo posible para que estés y te sientas bien. Que no se te olvide que ya eres parte fundamental de mi vida, y que sin tí, no tendría a nadie a mi lado para tirarse unos buenos churreteados.

    Para mí, y para cuaquier persona con sentido común, una foto en una red social no es más que eso, un icono en internet. No implica nada, no demuestra ni más ni menos sentimientos, no exhibe ni oculta nada, sin embargo, con toda esa nube de mierda dando vueltas en la cabeza, mi cerebro quiso interpretar que simplemente te querías deshacer de mi. No sé porque me sentí mal la verdad, fue extraño porque sabía que estaba haciendo un papelón sin embargo no podía dejar de hacerlo. En el mismo momento me di cuenta y en vez de decirte cualquier cosa preferí dejar el celular lejos y acostarme a dormir. Ya habiendo despertado, descansado y con la mente clara, me di cuenta del triste espectáculo que protagonicé. Y ya te pedí perdón, porque sé que la cagué, pero te vuelvo a pedir perdón y vuelvo a prometerte que no volverá a suceder algo así. Eres libre de hacer lo que se antoje con tu foto de perfil, menos de poner una foto de Camilo, o una foto mía haciendo la octava repetición con 15 kilos en las mancuernas, con cara de estar aguantando mis gases gastrointestinales.

    Y respecto al tema de mis inseguridades, ambos sabemos que es un tema super super complejo y delicado. No redundaré en lo que ya hablamos el otro día sobre el origen principal porque creo que quedó claro que no hay mucho que hacer ahí. Sin embargo nos tenemos que seguir dando herramientas para confiar el uno en el otro. Te comenté que nunca antes había sido tan inseguro, y hoy reflexionando, me doy cuenta que quizás  existe otra causa, que no te había comentado, y creo que es tan importante como las ya mencionadas. Esta es que nunca antes había sentido algo tan intenso por alguien. Me siento tan enamorado de ti como nunca antes me había sentido por nadie, no sales de mi mente ni al acostarme ni al levantarme, ni siquiera en mis sueños me puedo librar de tu piel suavecita, tus ojos de lemur de Madagascar, o de tu olor a humitas. Me haces tan tan feliz como nunca me había sentido con alguien, me haces sentir mariposas (borboletas) en el estomago cada vez que te veo, y aunque sea que eso mismo hace que me de mucho miedo a perderte, mis temores nos están haciendo mal. Me gusta estar contigo y amo tus caricias, tus besos, tus abrazos, que duermas en mi pecho o que te des vuelta para que te arrime el cheto. Me gusta hacer panoramas contigo, conocer lugares, andar en bici, hacer picnic, ir a ver actividades al aire libre, carretear, ver stand up, viajar a la playa, ir al cine, o simplemente quedarnos a ver una pelicula en mi departamento por 10 o 15 minutos antes que pierdas el control de tus hormonas y tengas que obligatoriamente sacarme la ropa.

    Y quiero que todo eso que me hace tan feliz, siga ocurriendo por muchos años más, quien sabe, el día de mañana viviendo juntos, o con un perrito, o con un gatito, o con ambos por que si bien somos distintos en muchos aspectos, siento que nos complementamos bien, nos queremos, nos apañamos, nos respetamos y podemos tener perfectamente dos mascotas, siempre y cuando no sean bestias asesinas como algún pastor alemán que pueda sentirse identificado.

    Creo que ya es suficiente y probablemente tienes que ir a trabajar o turnarte, pero quiero que sepas, que no me iré sin que antes me des un besito, porque me he portado mal, pero creo que al menos, ya con mi punto de vista expresado por completo, no te parezco un ser humano tan terrible y toxico, creo(?), que solamente me vienen mis 5 minutos y pasados esos, vuelvo a ser el de siempre, mañoso y gruñon, pero buen pololo.

Te amo chiquitita, te amo en verdad y con locura.

Sin otro particular se depide



   Tomi, el mono que grita cuando le introducen objetos en sus orificios

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ruta 78

Gerardine

Extremoduro