Infinita tristeza
A Florencia la conocí en segundo año de universidad. Era la mejor amiga de Matías, la segunda persona con la que hablé al llegar ahí, inseparable para mi desde ese momento, al igual que Pablo, Cote, Dwight y Pipe. Ella, una generación mas joven, se unió a nuestro grupo de almuerzo, con quien compartíamos todas nuestras experiencias, nuestro humor absurdo y nuestras carcajadas poco notorias. Pipe se cambio de universidad, Pablo por preferencias personales optó por otro grupo de amigos y Flo junto con Matías quedaron rezagados un año por lo que en nuestros almuerzos universitarios terminamos siendo solo Cote, Dwight y yo. Siempre entre todos, como cualquier grupo de amigos, nos tuvimos cariño, y hasta el día de hoy, compartimos mil vivencias, y aunque ya no hablemos, Flo puso un corazón en una foto donde aparecía yo y Cote. Algo normal, sin embargo al saber que tú lo verías y pensando que tu mente trabaja a mil por hora y teniendo en cuenta que jamás te la había mencionado, decidí ahorrar problemas y borrarlo. Sin embargo lo viste y fue peor. Tuve que perder definitivamente todo contacto con Florencia solo por evitar mas inseguridades por tu parte.
A Makarena la conocí de una manera muy extraña. Pablo, mi ex amigo universitario, trabajaba en matrículas, y como todo buen universitario clase media-baja, necesitaba trabajo y postulé para trabajar ahí y afortunadamente, quedé. Teníamos que hacer capacitaciones en diferentes turnos por nuestros horarios, así que en el grupo de Facebook constantemente pedía cambio y coincidentemente, de las 100 personas capacitándose, tres veces me cambio exactamente la misma persona. Un día me senté en un computador y me llega la hoja de la lista, dándome cuenta que al lado mio, estaba la misma que me cambiaba los turnos. Conversando me contó que vivía muy cerca de mi casa y por su apellido, deduje que era la hermana de Raúl, un viejo conocido con quien jugaba fútbol desde pequeño, a quien le tenia mucho cariño, y además, casi automáticamente nos dimos cuenta que teníamos a un montón de gente en común conocida. Nos topamos un par de veces en la micro camino a la U y eso. Siempre la vi como una niña, la hermana chica chica de mi amigo de la infancia, y ya. Pero sin embargo, algo pasó en tu mente (nunca supe que), que te dio un ataque de celos por ella. Eliminar contacto con ella no fue un decisión difícil de tomar para mi, jamás le tuve cariño, ya no necesitaba nada de ella, y con Raúl no hablo más que para organizar alguna que otra pichanga, pero, nuevamente, por alguna inseguridad tuya (a pito de no se que), la borre de todo.
Karen, así se llamaba la Pollo. A ella la conocí en "Más Cerca" el último call center en Chile donde trabajaban chilenos. Era amiga de Natalia, probablemente una de las personas mas chistosas que haya conocido, quien mas tardíamente se supo que gustaba de Karen. Manuel y Byron, otros dos chistes con patas terminaban de conformar la pandilla. Después de atender reclamos de señoras menopáusicas por 9 horas seguidas, a veces nos esperábamos en los turnos para tomarnos algo de repente, o caminar al metro acompañados, debido a que el sector donde trabajábamos era peligrosísimo. Nos hicimos muy cercanos, carreteábamos siempre donde Karen, conocí a Pablo, su pololo de ese entonces, conocí a su mamá quien me adoraba, conocí a Yuri su hermano y a la Minina y la Kika, sus mascotas. Sin embargo, Byron se fue a la Serena, Natalia, después de lo que se supo, se alejó y Manuel poco a poco se fue alejando también, hasta que solo terminamos siendo Karen y yo. Y aunque nos juntábamos una vez cada 3 meses, nos contábamos todo lo que nos pasaba durante esos tres meses, nos teníamos plena confianza porque al final eramos como hermanos, me ayudo a tomar decisiones, la apoyé cuando le faltaba un hombro, y la acompañé cuando le faltaba un partner para salir a cualquier lado, y viceversa. Se enfrascó en una nueva relación, pero sin embargo, su nueva pareja tenía problemas de celos y poco a poco fuimos alejándonos. No obstante, nunca fuimos de hablar seguido, por lo que esto no significó un gran cambio, y hasta el día de hoy le sigo teniendo mucho cariño, porque me apoyó en los momentos más difíciles que tuve hasta ese entonces, y aunque ya no hablemos, y hace más de un año que no nos vemos, siempre será parte importante en mi vida. Quizás con ella fue error mío no hablarte más de ella, fue mi mejor amiga por harto rato y aunque te la mencioné un par de veces, me faltó recalcarte lo importante que fue para mi.
Todas las demás personas fueron irrelevantes. El hecho que deje (ni siquiera intencionalmente) que alguien que no significó nada en mi vida vea mis historias (que la mayoría son contigo) es algo totalmente sin importancia. Todas las mujeres con las que tuve algún tipo de acercamiento en algún momento, fueron eliminadas de todo, aunque no me pasara nada absolutamente con ninguna, simplemente para que tú no estuvieras insegura. Borré todo vestigio de cualquier relación anterior, para no dejar ninguna duda de que tú eres lo mas importante para mi.
Siento decirlo, pero nunca tuviste un motivo real para desconfiar de mi. Jamás te escondí nada, jamás le puse clave a mi teléfono (al contrario, tenia guardada tu huella), siempre abrí mis conversaciones a tu lado, siempre que salía a algún lugar, donde fuera, incluso aunque sabia que no te gustara aquella salida, te invitaba, jamas te mentí, jamas hablé con otra mujer en otro sentido, y cuando hubo alguien que se acercara a mi en otro términos, corté inmediatamente todos los lazos, porque te amo, porque no me interesan otras personas, y porque no quiero que se meta nadie en nuestra relación para destruirla. Incluso decirlo así me parece un poco burdo, porque no es algo voluntario, simplemente en mi mente estas solo tú, y nadie llega ni siquiera a atraerme o confundirme.
Desde que me diste la oportunidad de estar contigo te convertiste en el centro de mi vida. Todo gira al rededor de ti desde aquella fría noche de Julio en el asiento de atrás de mi auto, y me aterra en demasía la idea de que haya alguien que te trate igual como yo lo hago, que te escriba poemas, con quien tengas quizás, más cosas en común que conmigo, o quizás, cosas más profundas que las que compartes conmigo; que vea cosas en ti que yo no soy capaz de ver, que te idealice y que tenga el tiempo de estar escribiéndote siempre, y recordando y recalcando lo bella que eres en todos los aspectos.
Confío en ti, pero no soy estúpido. Te busca, te habla, te escribe, te idealiza, te trata con amor, te muestra su mundo, está claro que él te ve como a su amada. Siempre me dijiste que te gustaba ser mi musa, y efectivamente lo eres, pero lo eres para él también. Me cuesta creer que aún no lo veas lo que es evidente, porque de seguro, si yo fuera a una fiesta solo, conociera a una mujer capaz de ver las auras (si es que eso realmente existe), ella me adulara toda la noche por mis características esotéricas (?), me sorprendiera con su mundo con el que tengo tanto en común, yo le permitiera tener mi número, mantener contacto, hablar permanentemente, permitir que me trate con terminas de "mi amor" "lindo" "mi ángel", seguir permitiendo que me escribiera y que me hiciera versos, de seguro tu habrías reaccionado peor que yo.
Mi padre dice que siempre que hay problemas en una pareja, la culpa siempre es compartida, pero sin embargo, sigo sin saber que hice mal, ¿Debí haberte acompañado a aquella fiesta a la cual no me invitaste? ¿Debí haberte escrito un poema cada vez que me recordabas que ya no te hacia poemas? ¿Debí estar aún más tiempo a tu lado? ¿Debí abstenerme a leer tu teléfono cuando llego ese puto mensaje, a pesar de que tu revisabas el mio con relativa frecuencia, y a pesar de que evitabas responderle a toda costa estando al lado mío sabiendo que hablabas con el, y a pesar que repentinamente le pusiste clave? ¿Debí haber seguido colgando té en tu reja? ¿Debí haberte escrito otra canción o terminar el libro que te estaba escribiendo? ¿Debí haber dejado a más amigos botados por dedicarte todo mi tiempo a ti? ¿Que mierda hice mal?
Mi padre dice que siempre que hay problemas en una pareja, la culpa siempre es compartida, pero sin embargo, sigo sin saber que hice mal, ¿Debí haberte acompañado a aquella fiesta a la cual no me invitaste? ¿Debí haberte escrito un poema cada vez que me recordabas que ya no te hacia poemas? ¿Debí estar aún más tiempo a tu lado? ¿Debí abstenerme a leer tu teléfono cuando llego ese puto mensaje, a pesar de que tu revisabas el mio con relativa frecuencia, y a pesar de que evitabas responderle a toda costa estando al lado mío sabiendo que hablabas con el, y a pesar que repentinamente le pusiste clave? ¿Debí haber seguido colgando té en tu reja? ¿Debí haberte escrito otra canción o terminar el libro que te estaba escribiendo? ¿Debí haber dejado a más amigos botados por dedicarte todo mi tiempo a ti? ¿Que mierda hice mal?
Sacaste lo mejor de mi, nunca fui tan buena pareja como lo fui contigo, por lejos. Dedique cada segundo y cada parte de mi vida a ti. Pero no se si dimensionas lo mucho que me duele todo esto. Me siguen temblando las piernas, mis ojos se humedecen cada vez que recuerdo aquella escena, mi corazón se acelera y mis comisuras labiales caen. No es un berrinche, no es una escena de celos, no te estoy mostrando mi orgullo. Lo que siento una infinita tristeza, y una desilusión tremenda.
Siento la situación de tus padres y te juro de corazón que me gustaría apoyarte, pero al ver tu contacto recuerdo ese puto momento, siento esa sensación de mierda en el estomago, ese nudo en la garganta, y se me parte el alma en mil pedacitos. Lo siento.
Sorry, tengo mucha pena.
Siento la situación de tus padres y te juro de corazón que me gustaría apoyarte, pero al ver tu contacto recuerdo ese puto momento, siento esa sensación de mierda en el estomago, ese nudo en la garganta, y se me parte el alma en mil pedacitos. Lo siento.
Sorry, tengo mucha pena.
Comentarios
Publicar un comentario