Tren fantasma

¿Dónde estabas?

Que difícil responder a esto, ¿y si me pongo a buscarte?..

Quizás tendré que escarbar entre mis recuerdos, casi diez años atrás cuando no eras más que la chiquilla del liceo 1 a la cual su papá sagradamente dejaba cada día en el paradero, y que yo sagradamente también admiraba como contrastaba su nívea y fina tez con su larga y lisa cabellera cayendo delicadamente sobre ese Jumper que tanto llamaba mi atención. Catorce años viviendo en el nocedal y jamás te había visto. ¿De dónde eres? ¿Cómo te llamas? ¿Qué es eso que tienes que tanto llama mi atención? ¿Qué es eso que tienes que tanto tanto me intriga?

Tenía que buscarte, tenía que saber algo de ti pero no podía acercarme, y si lo hubiese logrado ¿qué te diría? Mi autoestima en ese entonces estaba por el piso, jamás me sentí capaz de hacer algo así, entonces decidí buscarte, esperarte, tratar saber algo más. Hasta que un día en el que juntos tomamos la 201e, al llegar al metro los héroes un niño de mi edad te recibía con un beso. Decidí dejar de buscarte por un tiempo, y a pesar que en mi vida pasaban muchas cosas, siempre estabas ahí. Y te veía de nuevo, y de nuevo dabas vueltas en mi mente, asi que me dispuse a nuevamente a buscarte hasta encontrarte. Niña del nocedal, ¿eres tú?. Tus fotos me confirman lo que siempre pensé, no eres como las demás, ¿sabia que algo diferente tenías, pero aún no sé que es. ¿Y esto? ¿Tumblr? ¿Y si te pregunto algo me responderás?

Jenny, una mujer que trabajaba de noche, era mi alter ego. Traté de seguir mi papel y ser un anónimo para averiguar quién eras en realidad y donde estuviste todo este tiempo que jamás te vi, pero terminaste descubriéndome y aunque negué y negué mi identidad, ya sabías que al otro lado estaba el niño del Lastarria que te miraba bajar la pasarela mientras esperaba la micro.  Te vi, caminabas por el melocotón, apresuraré el paso, quizás antes de que llegues a tu casa me de el valor de hablarte. Con que vives en el arrayán? Yo también! Cada momento que sé algo mas de ti me pareces más y más interesante. Y si te invito a dar una vuelta por ahí? Un café, o algo así, me dirás que si?

Me hice adicto a irme por las acacias y escuchar como los álamos golpeaban entre sí con el viento que caía sobre San Bernardo a eso de las ocho o nueve de la noche cuando no pasaba ningún vehículo por ahí. Y también en mis audífonos sonaba 505 de los Arctic Monkeys que no sé por qué me recordaba a ti (pero te sabías la letra). Son las 2 am, escuchas eso? tren fantasma? me parece un nombre excelente, y de ahora en adelante siempre que lo escuche te darás una vuelta por mi mente, ¿me oíste?

Entré a la U y luego tú; supe que al igual que yo a estudiar una carrera de salud, que también tu papá era de la Fuerza aérea, que también te encantaban las películas de Tarantino y que también preferías el té antes que el café. Y al igual que yo, sabía que seguías pololeando, pero dejarte una pregunta tarde por la noche y revisar aún más tarde tu Tumblr para ver si es que me habías respondido se volvió más adictivo y entretenido que cualquier otra cosa. Estaba descubriendo quién eras en realidad y el hecho que me respondieras me hacía querer saber más y más sobre ti. Y si te dejo mi número? Total, ya no puedo perder nada más, ya me descubriste.

Aún estando en contacto me era difícil hablarte cuando me topaba contigo en la calle, más de alguna vez te vi y me hice el tonto, me bloqueaba, mis rodillas temblaban y sentía la adrenalina en mi abdomen. ¿Que pasa contigo Tomás, acaso no quieres hablarle? ¿De qué tienes miedo?

Leerte se me hizo común, traté de evitarte, estaba enamorado de mi novia y borré tu número varias veces, pero por alguna u otra razón me hablabas, y de nuevo aparecías, de nuevo volvía a escuchar el tren fantasma, de nuevo volvía a sentir los álamos de las Acacias y a los Arctic monkeys. ¿Que terminaste con tu novio? que triste, ojalá vuelvan porque después de tantos años hablando contigo te estimo, y  quiero que seas feliz, y se notaba que él te hacía feliz. Ahora si quieres, podemos salir y conversar, tomarnos un copete, dar una vuelta, y así puedo escuchar por fin tu voz.

Me tomaste por sorpresa, me saludaste en el paradero, en ese que tantas veces nos encontramos pero nos ignorábamos, en ese que tantas veces imaginé que hablaría contigo pero jamás lo hicimos, en ese que tanto esperaba que en vez de que llegara una micro, llegara toda la valentía que me faltaba para hablarte. Y nos miramos, y hablamos, y era distinto, obvio que era distinto. La vida real no es whatsapp, no es tumblr. Salgamos de nuevo? No? Si? Tomemos, probemos cosas nuevas. Y si seguimos en la plaza? por supuesto! que si quiero tomarme la cerveza contigo en el auto? y como me negaría, si te he esperado tanto tiempo.

Te miré a los ojos, te dije lo que sentía, te confesé toda la verdad, me propusiste ser tu aventura y, lo acepté. ¿Qué sería lo peor que podría pasar? Te besé, nuestro primer beso; toqué tus piernas que tanto me habían hipnotizado este último tiempo, me excité, tu también, lo sentía. La niña del arrayán, estaba en mi auto desnudándose y yo ahí, presenciando como la temperatura subía, como las pupilas se dilataban, como el pulso se aceleraba. Te desnudaste, me tocaste, te pusiste sobre mi, se sentía tan bien estar dentro tuyo, oírte gemir, sentir tu sudor en mi cuerpo, ver como los vidrios se empañaban, tener el temor de que en cualquier momento podrían descubrirnos, todo hacía que la situación fuera aún más intensa. Estoy dentro de ti, me sientes? sientes como mi cuerpo se junta con el tuyo, después de tantos años hablando, tu cuerpo y el mio se fusionan en un frenesí. Toca mi abdomen, sé que te gusta, déjame admirar tu figura, tus curvas, déjame besar tus pechos, sentir tu calor, déjame tocar tu sexo y mirarte a los ojos. Me tienes obsesionado, estoy loco por tí, no quiero que se acabe, que esta noche dure para siempre, date vuelta, déjame entrar otra vez, disfrútame, te tocaré tal y como tu quieres, si quieres sexo te doy sexo, si quieres amor, te doy amor, si quieres una aventura, lo que sea, te voy a complacer. Ya te lo dije, quiero que seas feliz

Que llegue el miércoles luego.