Laica

Siempre fuiste la primera en saludarme con un beso mientras estuviste a mi lado. Siempre te despertabas antes que yo, asomabas tu cabeza por el ventanal de mi pieza y me traías tu correa para tu paseo diario que tanto te gustaba. Me hiciste muy feliz mientras estuviste conmigo y espero que sea donde sea que estés aún lo estés haciendo, porque aún te siento acá, a mi lado, oliendo todo lo que te salga al paso, moviendo sin parar tu colita y mirándome con esa cara de “yo no fui”.

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