Superior.

Todo un año estuve estudiando para aquella maldita prueba. Iba en la pregunta 12 de matemática y no supe responderla, y me puse muy nervioso, yo, el que omitía máximo tres preguntas y pasado la n° 50. Los nervios me llevaron a errar un par de preguntas más y todo eso a sacar 729 puntos en la prueba de matemática. Fue triste cuando salí, estuve tan inseguro que pensé que ni siquiera mi puntaje alcanzaría para estudiar medicina en una universidad privada. Pero afortunadamente, lo logré, con todo el conocimiento adquirido entre mi querido liceo y el preuniversitario logré 787 puntos en ciencias, inesperados para mí, que me ayudaron bastante para mejor mi puntaje ponderado y poder ingresar a estudiar la carrera que tanto anhelé, Medicina. Todos me felicitaban por mi puntaje; mi polola, su familia, amigos, conocidos, familiares, ex compañeros; todos, salvo ella. La señora, siempre inconforme, al saber que no me alcanzaba para la Universidad de Chile ni la de Santiago, me recriminó lo mal que me había ido e incluso dijo que el año preparando la prueba fue un año perdido, junto con el millón de pesos que gastaron en mí. Y sí, lo reconozco me pudo haber ido mejor, pero hice lo mejor que pude, y sé que es una excusa penca, pero realmente estaba cargando con un camión lleno de lingotes de plomo en mis hombros. Pero ya dí vuelta la página, me matriculé finalmente en medicina en la Universidad Mayor, ponderando 730,8 puntos y lo único que queda por delante, es enfocarme, en ser el mejor, en dar mi 100% para poder cambiarme a una mejor universidad y si es que no se puede, seguir siendo el mejor, y dar todo de mí. Y ya tengo la mejor herramienta para empezar, gracias a ti pequeña con deditos de a pares, eres lo mejor de la vida :)

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