In your arms

Hace ya varios años, yo tenía una perrita. Recuerdo cuando la recojimos, era septiembre, estabamos en puerta sur elevando volantines con papá, cuando, en una ida a recojer la cometa, mi viejo la vió, y la tomó. Y le pusimos laica, y si bien era una quiltro cualquiera, se convirtió en mucho para mí, jugaba con ella, le limpiaba sus heces, le daba comida y aunque yo solo tuviera 10 u 11 años, yo fui su dueño. Fue muy poco el tiempo que la tuve pero en ese corto periodo la vi crecer, y la vi convertirse en un gran apoyo para mí. Recuerdo que en esa época no congeniaba mucho con mis compañeros, y pensaba que la Laica era el único ser que me comprendería. Luego vino lo terrible.. Llevaba con mi perrita solo 5 meses, y le había tomado un cariño gigantesco, y un buen (o mal) dia de febrero, decayó. La veía desde la ventana de la pieza de mi mamá que daba al patio y estaba ahí echada, y yo con las manos atadas, sin poder hacer nada para que ella no se me fuera. Le avisé a papá lo que ocurria con ella, y me dijo que al dia siguiente iriamos al vet. Amanecio al dia siguiente, Laica sentía mucho dolor, salía un olor muy repulsivo, lloraba, yo lloraba, y le decía a mamá: Mamá, mamá la Laica se está muriendo! - Dejalá Tomás se le pasará. Cerca de las 6 de la tarde llego mi papá cuando mi perrita apenas se aferraba a la vida, aunque yo estaba esperanzado, me decia para mi mismo, llorando: Se mejorará, yo se que se pondrá bien!. Y partimos al veterinario. Estabamos esperando el colectivo cuando mi papá me mira y me dice: Ya no hay vuelta atrás, no respira... Y me queria morir, me fui a mi casa casi corriendo dejando a mi papá atrás que volvía también con el cadáver de mi fiel amiga. Recuerdo haber entrado a mi pieza, lloré desconsoladamente, boté todo, tenía una rabia inmensa contra mi mismo. Quería que todo se acabara, me sentía tan culpable por no haber hecho nada, cuando tuve tiempo. Me sentí el imbécil más grande del mundo, ya que "el único ser que me comprendía" se había ido en los brazos de mi papá.
La lección que saqué de todo esto, es que NUNCA, dejaré irse de mi lado a los seres que quiero y que valen la pena, y desde ese dia me dije para mi mismo que mi orgullo, mi ego, mi verguenza, y mis intereses siempre estarán después de las personas que amo. Laica ahora debe estar en el cielo de los perritos, y ojalá que se sienta orgullosa de lo que logró de mi, pero siempre me sentiré culpable, por haberla dejado morir así.

Whoa I can't believe we're goin' down
I can hear the sirens sound
from way too far
and I'm dying in your arms,
in your arms

Destine.