21 de agosto

En vano extiendo mis brazos hacia ella al despertarme por la mañana, cuando estoy medio sumido todavía por los espesos vapores de un sueño. En vano la busco por la noche en mi lecho cuando arrastrado por la ilusión de un sueño delicioso e inocente, la veo sentada en el prado, y me veo yo mismmo sentado a su lado teniendo entre mis manos su mano y cubriéndola de besos ardientes y apasionados. Ilusionado e impulsado por un prestigio encantador, voy a abrazarla... abro mis brazos... y... me despierto... Mi corazón se destroza, un torrente de lágrimas inunda mis ojos.. Llora, desventurado, por el sombrío porvenir que te espera..

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ruta 78

Gerardine

Extremoduro