Thoughts of a dying atheist.

Fue hace cerca de un mes, recuerdo que tenía mucho sueño me recosté y aunque estaba muy somnoliento no podía dormir, y estaba allí tumbado en mi cama mirando hacia afuera por el espacio entre las cortinas al cielo. Y en eso cierro los ojos, me levanto, me doy vuelta y miro para atrás y estaba allí, tumbado con los ojos cerrados, con la cabeza ladeada, la infaltable gota de saliva en mi boca y mi repirar cesado. No fue más de un segundo, y no sé que pasó pero en ese preciso instante de un salto me levanté, esta vez con mi cuerpo, sobre mi cama. Nunca antes había sentido tanta angustia, mi corazón latía a 180 por minuto, sudaba, y fue terrible, el verme allí, muerto, con un millar de sueños por cumplir, esperanzas sin concretar y un futuro cortado de manera abrupta. Y quizás eso pueda ser muy importante, pero me sirvió para darme cuenta de algo; el escepticismo quizá me ha llevado a negar ciertas cosas que si son bastante poco creíbles, pero me llevó a negar incluso el alma de las person...

Es muy difícil tener que estar soportando esta presión, de que no, no puedo fallar, tengo que hacerlo bien,y cada día que pasa es un día menos para que llegue la hora de la verdad, y muchas veces un día perdido.. Creo en Dios pero yo no lo llamo así, le digo Samuel y converso con él, de igual a igual; le cuento las cosas que me pasan, y el me dice que si soy bueno con él, ayudando a la gente, haciendo cosas buenas, siendo honesto y empático me recompensará, pero el no es hueón, sé que si no hago mi mejor esfuerzo el no me ayudará, si que no me confiaré. Tendré que dar por segunda vez mi mejor esfuerzo, el 110% para quedar por fin en medicina y enrostrarle la matrícula a la señora.. Sé que a Samuel no le gusta que hable así, pero lo siento bro, tampoco fue mi culpa tenerla como mamá. Ojalá mi mente se aclare y deje las distracciones de lado y me guíe por fin a la victoria, porque eso es esto al fin, una guerra divida en 365 batallas, cada una, más importante que la anterior.